A partir del 2 de enero de 2026, todos los conductores de Vehículos de Movilidad Personal (VMP), incluidos los populares patinetes eléctricos, estarán obligados a contar con un seguro de responsabilidad civil para poder circular. Esta medida, establecida en un Real Decreto, busca regular un sector en auge y garantizar la protección de las víctimas en caso de accidente.
¿Por qué esta nueva normativa?
El uso masivo de patinetes eléctricos en las ciudades ha traído consigo un aumento de los siniestros, en los que con frecuencia se ven implicados peatones, ciclistas o conductores de otros vehículos. Ante el vacío legal existente y la desprotección de los afectados, el Gobierno ha impulsado esta ley para equiparar la circulación de estos vehículos a la de cualquier otro medio de transporte, asegurando que existan mecanismos para compensar los daños a terceros.
¿A quién afecta la obligatoriedad?
La normativa se aplica a todos los Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Aunque el patinete eléctrico es el más conocido, la ley también afecta a otros dispositivos como los monociclos o los hoverboards. Se entiende por VMP cualquier vehículo de una o más ruedas, dotado de una única plaza y propulsado exclusivamente por motores eléctricos, que pueda alcanzar una velocidad máxima de 6 a 25 km/h.
Coberturas y consecuencias de su incumplimiento
El seguro exigido es de responsabilidad civil, lo que significa que cubre los daños materiales y personales que el conductor del VMP pueda causar a terceros. No cubre los daños propios que pueda sufrir el usuario del patinete.
El incumplimiento de esta obligación tendrá serias consecuencias. Circular sin el seguro obligatorio podrá acarrear multas de hasta 1.250 euros y, en casos graves, la inmovilización del vehículo por parte de las autoridades.
Implicaciones prácticas para los usuarios
Los usuarios de patinetes eléctricos deberán contactar con una compañía aseguradora para contratar una póliza específica. El coste de estos seguros suele ser bajo, especialmente si se compara con el de un seguro de coche o moto, y representa una inversión mínima para una gran protección legal y financiera en caso de accidente. Esta nueva regulación profesionaliza el sector, promueve la seguridad vial y brinda tranquilidad a todos los ciudadanos.