

Vivir en un edificio de propietarios (o comunidad) implica que la responsabilidad y los daños se dividen en dos esferas: lo privativo (tu vivienda) y lo común (la estructura, tejado, escaleras, fachadas, etc.). Contar únicamente con un seguro de hogar individual es un error común que deja al propietario expuesto a grandes riesgos financieros que solo el seguro de la comunidad puede cubrir.
1. Cobertura de daños a elementos comunes
El seguro de hogar individual cubre, en su mayor parte, los daños dentro de las paredes de tu vivienda. Sin embargo, si ocurre un siniestro que afecta a elementos estructurales o comunes, la responsabilidad recae en la comunidad.
- Ejemplo de daño común: Una rotura de la tubería general de bajantes en el patio de luces inunda tu vivienda y la del vecino. Tu seguro de hogar puede cubrir los daños dentro de tu casa, pero no el coste de localizar y reparar la tubería común, que puede ser elevado. Sin seguro de comunidad, todos los vecinos tendrían que pagar la reparación a través de una derrama extraordinaria.
- Fuego o explosión: Si un incendio comienza en tu piso y afecta a la fachada o al tejado, tu seguro de hogar puede tener un límite de cobertura que no alcance a cubrir la reparación de toda la estructura del edificio, dejando al resto de propietarios obligados a costear el exceso.
2. Responsabilidad civil de la comunidad
Esta es la cobertura más vital y la principal diferencia con el seguro individual. La póliza de hogar te protege a ti (como particular) de los daños que causes a terceros. La póliza de comunidad cubre a la comunidad como entidad jurídica de los daños que sus elementos comunes puedan causar a terceros (incluidos otros propietarios o peatones).
- Lesiones a terceros: Si una teja se cae del tejado (elemento común) y lesiona a un peatón en la calle, la reclamación legal va dirigida contra la Comunidad de Propietarios. Sin seguro, todos los propietarios responderían con su patrimonio ante la indemnización, que podría ser millonaria.
- Daños entre vecinos: Si la falta de mantenimiento del tejado provoca humedades en el ático, la comunidad es la responsable. El seguro de comunidad cubre esta responsabilidad y costea la reparación del daño privativo al propietario del ático.
3. Asistencia jurídica y defensa
Un seguro de comunidad proporciona asistencia legal y defensa jurídica frente a reclamaciones de terceros. Si un vecino demanda a la comunidad por un problema en las zonas comunes o por disconformidad con una obra, el seguro asume los gastos de abogados y procuradores.
4. Cobertura de elementos particulares específicos
En ocasiones, el seguro de comunidad tiene convenios con el seguro de hogar que permiten coordinar la reparación. Además, la póliza comunitaria es la única que cubrirá elementos caros y esenciales para el edificio, como el ascensor, el portal, las calderas centrales o los garajes.